Receta de yogur casero de vainilla

La historia del yogur pudo, simplemente, tratarse de un incidente. De un pequeño olvido que terminó convirtiéndose en la creación de una receta presente en distintas culturas gastronómicas del mundo. Lo más interesante es que solo se necesita de fermentación para conseguir el yogur. Su origen podría remontarse a la antigua Mesopotamia, es decir, unos 5000 años a.C, cuando se utilizaban técnicas rudimentarias para almacenar productos como la carne o la leche, en este caso.

De hecho, antiguamente distintos ejércitos eran alimentados con leche fermentada, que era considerada una fuente importante de nutrientes para aquel entonces, además que creían que los hacía más valientes. Con el tiempo, esta preparación fue ganando terreno, hasta llegar a Turquía, donde se le denominó como yogurt. Su traducción al español se entiende como amasar y también denso.

Para conseguir el yogur, se necesitan de bacterias conocidas como estreptococos y lactobacilos, un ambiente cálido y leche animal (vaca o cabra) Cuando se consigue esta combinación se dejan pasar las horas para que comience la fermentación, se producirá ácido láctico. Al final, la leche habrá cambiado su estado líquido para obtener una estructura mucho más densa y espesa, habrá cuajado.

Actualmente, se saborizan los yogures y se acompañan con cualquier otro alimento, como frutas, galletas, frutos secos, helado o, incluso, pueden prepararse aderezos. Es tan versátil como fácil de hacer.

Ingredientes:

Preparación:

1. Vierte la leche en una olla e infusiona con el azúcar y la vaina de vainilla.
2. También añade la esencia de vainilla. Deja que se cocine a fuego bajo durante 15 minutos, aproximadamente.
3. Retira la leche del fuego, deja que alcance temperatura ambiente y lleva al refrigerador toda la noche.
4. Ahora, vierte la leche líquida en un recipiente y añade el resto de los ingredientes.
5. Incorpora el yogur y la leche en polvo. Utiliza una batidora o licuadora para mezclar, pero evita que se forme espuma.
6. Para lograr la fermentación, existen dos formas: la yogurtera o reservar en un lugar cálido. Si decides usar la segunda opción, vierte la mezcla en un recipiente limpio. Cubre con papel film y un pañuelo o trapo de cocina limpio que ayude a mantener y genere el calor suficiente para el fermentado.
7. Puedes guardar en el horno (apagado) y dejarlo allí 12 horas. Detén la fermentación refrigerándolo cuando ya tenga la consistencia espesa.

Este delicioso yogur casero de vainilla es una maravilla para acompañar tus postres u otras recetas. Se prepara muy fácilmente y queda delicioso. Solo necesitas frutos del bosque y frutos secos para hacer de este yogur un verdadero manjar de los dioses. ¡Anímate! Prepáralo y cuéntanos tu experiencia en los comentarios.